Uno de los elementos más destacables es el Pan de Porriño, realizado en hornos de leña de más de dos siglos de antigüedad (aún se utilizan en algunas panaderías), con materiales de primera clase que hacen que el pan y la rosca o roscón dulce se comercialicen más allá de sus fronteras.

Para disfrutar de los platos locales, nada mejor que asistir a alguna fiesta de carácter gastronómico como la Fiesta de los Callos, a finales del verano, la Feria Apícola das Rías Baixas, con productos relacionados con la miel, la Feria dos Cogumelos, donde podremos degustar los hongos de la zona, la Fiesta de la Fabada, en Torneiros, la Fiesta de la Zorza y Oreja, en Pontellas, la Fiesta del Cabrito al Espeto, en Chenlo, celebrada el primer domingo de agosto y en la que se elabora el cabrito al espeto siguiendo una tradición de hace más de 50 años.

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